domingo, 13 de julio de 2008

Ese sentimiento...


Te miro y descubro tus cálidas imperfecciones. Oigo tu voz y creo carecer de la capacidad de compararla con otra. El olor de tu cuerpo me estremece, y siento la necesidad de acariciarlo.
No es normal, no... eso dicen las señoras del barrio.

Somos hombres...

La suavidad de tu piel y la dulzura de tus palabras me hacen olvidar mi presente.
Degustar cada centímetro de tu piel desnuda crea en mí ese sentimiento de melancolía, de saber que la distancia apagará mi corazón.... y que tus palabras no bastan.
Mis lágrimas no desahogan este corazón solitario. Necesito más... cada vez más.
La adicción que crea en mí tu persona es difícil de superar, porque simplemente no quiero. Necesito ver a cada instante tu cara inocente, cálida y llena de amor...

Este sentimiento me absorbe y me deja sin sentido... TE AMO. Y es el amor entre dos hombres, que las vecinas del barrio no aprueban.

TE AMO, pero el vacío que crea tu ausencia no me permite mirar más allá.

Lloro, me callo, te escucho. No puedo salir del pozo donde estoy. No puedo. Necesito de tu mano, pero no estás.

Sé que ya no sentiré esto por unos días... esos días que la distancia nos regala.